miércoles, 31 de julio de 2013

Abrazoterapia



Hace algunos años decidí implantar en la consulta, en las conferencias,  charlas y conversatorios una técnica que es tan antigua como el humano mismo “el abrazo”. Se han dado cuenta ¿cuantos abrazos damos al día?, apuesto a que la cuenta va desde muy pocos a ninguno, es que nos cuesta abrir nuestros brazos  para aceptar a otro.

Lo que ahora voy a compartir, no tiene fidelidad científica, ni esta sometido al rigorismo de la duda metódica, simplemente son observaciones. Cuando llega un paciente a la consulta expresando que le encontraron o diagnosticaron la glicemia alta, lo someto a lo que he llamado la técnica de la abrazoterapia, ¿y en que consiste? Pues en dar, por lo menos,  diez abrazos diarios y reír a mandíbula batiente por lo menos tres veces al día, sorprendentemente los niveles de azúcar en la sangre descienden drásticamente.

 Para algunas personas resulta imposible abrazar, mucho menos mover las comisuras de la boca para sonreír, son serios, rígidos, estrictos, mal encarados, severos disciplinados al extremo, amargados, sufren de gastritis, les cuesta relacionarse, además tienen problemas de tensión y de paso le duelen las rodillas, es decir son inflexibles y todo esto para esconder un orgullo solapado que los esta matando.

En algunas sociedades, el abrazo esta mal visto, se piensa que es símbolo de debilidad o de amaneramiento, solo se permite en ocasiones especiales como fin de año, cumpleaños, día del padre, de la madre o de cuando nuestro equipo de futbol gana el partido, por supuesto, “macho que se respete abraza a la novia pero no a la esposa” y que decir de la actitud hacia los hijos, les comento que hay algunos padres que no abrazan ni besan a los hijos por temor a perder la autoridad, o por temor a que el niño varón se pase a la acera de enfrente… nada mas lejos de la verdad.

El abrazo es un símbolo universal de amor en acción, el expresa, inicialmente, alegría, unión, amistad, compañerismo, gratitud, compromiso, humildad, entrega, y lo que es más importante, nos abrimos a nuevas ideas y compartimos las propias. El abrazo es una simbiosis en donde esta presente el dar y recibir. En los momentos de tristeza nada reconforta más que un abrazo, cuando el día de trabajo no salió bien, un buen abrazo te reanima, cuando queremos que nuestros pequeños hijos aniden hermosos sueños, nada más nutritivo que un gran abrazo antes de dormir.

El abrazo tiene propiedades terapéuticas, al nosotros realizar esta actividad generamos endorfinas, esta poderosa hormona tiene la facultad de potenciar nuestro sistema inmunológico, haciéndolo mas fuerte y evitando así padecer de enfermedades, mejora la tonicidad de la piel evitando las arrugas, además son tan eficaces que su activación reduce considerablemente el dolor.

Luego de lo expuesto, imagino que usted esta estimulado a salir corriendo a reclamar su porción de felicidad, por favor no seamos tampoco extremistas, la idea no es que abrace a cada persona que se cruza en su camino o que está en la esquina del semáforo, realice un verdadero acto de humildad  abrazando a un aciano, a sus hijos menores o adolecentes, a su esposo o a su esposa, a sus compañeros de trabajo, al vecino, a su papá o a su mamá, y aquí me detengo a comentarles que si tiene a sus padres vivos, hágalo, abrácelos, disfrute de sus viejos, amelos y de gracia s a Dios porque los tiene vivos.

Llego el momento de retirar mis manos del computador para llenarlos de familia, para sus comentarios me pueden escribir a elartesanodelasalud@gmail.com, el aprendizdesabio.bolgspot.com o escúchame los sábados de 9 a 10 de la mañana por la cultural 100.3 FM

Luis A. Cárdenas A
Psicoterapeuta/Escritor

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